Investigador del grupo de investigación Distributed Parallel and Collaborative Systems - Internet Computing & Systems Optimization
¿Cuál es tu formación académica?
Hice la licenciatura de Matemáticas en la Universidad de Valencia y luego un doctorado de Ingeniería Industrial. Más adelante, por temas profesionales, vine a un departamento de informática, en los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, por lo que fui formándome más en temas de computación. Esto provocó que la investigación que he acabado haciendo esté centrada en temas algorítmicos, con mucha parte de matemáticas pero también mucha parte de computación y algorítmica.
¿En qué consiste la actividad de tu grupo de investigación: Distributed Parallel and Collaborative Systems - Internet Computing & Systems Optimization?
El DPCS-ICSO es un grupo que hace muchos años que está en funcionamiento, y básicamente tiene dos grandes líneas de investigación. Una es la informática de internet, con la que trabajamos protocolos de internet y también sistemas colaborativos en línea y desarrollo de software. Y la otra línea —en la que yo estoy más centrado, aunque hay interacción entre las dos líneas— es la optimización de sistemas. En este segundo caso, lo que hacemos es desarrollar algoritmos y software para asistir en la toma de decisiones en ámbitos como, por ejemplo, la logística, el transporte y las ciudades inteligentes. También tiene que ver con finanzas computacionales y sistemas de telecomunicaciones. Básicamente nos dedicamos al desarrollo de algoritmos y su transferencia hacia la empresa.
Acabas de hacer una estancia en el Georgia Tech de Estados Unidos. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Decidí hacer una estancia en el Georgia Tech para completar la formación, porque conozco a gente de allí y con algunos colaboramos en investigación. Era interesante poder visitarles y reforzar los vínculos entre este centro y la UOC. La estancia ha sido muy positiva, porque me ha permitido participar en proyectos conjuntos que desarrollamos. No solo para mí, sino también para otros compañeros de la UOC con quienes seguíamos trabajando en línea. Es decir, no ha sido una experiencia solo mía, sino también del equipo de investigación de la UOC del que formo parte. Hemos elaborado un par de artículos científicos que estamos a punto de enviar a revistas y que combinan nuestra experiencia en algoritmos con la del Georgia Tech en sistemas de transporte. Esto nos ha permitido abrir una línea de colaboración futura que facilite el hecho de que tanto investigadores del Georgia Tech puedan realizar estancias en la UOC como estudiantes de doctorado y posdoctorado nuestros puedan hacer estancias allí.
¿En qué medida la colaboración con otras instituciones es una vertiente importante de su grupo de investigación?
Somos un grupo de investigación que hace años que apuesta por una serie de líneas. La primera es la investigación de alta calidad, entendida como investigación de ámbito internacional. Apostamos por ser una universidad realmente abierta, colaborando con universidades del resto del Estado y, sobre todo, a escala internacional. La mayoría de los proyectos que desarrollamos son con la colaboración de expertos internacionales. El grupo coordina un proyecto de investigación financiado por el Plan Nacional de I+D+I y una red de excelencia de ámbito estatal. Esto nos permite tener muchos contactos y colaboraciones externas. Además, también impulsamos una red europea coordinada con otras universidades del Estado, financiada por el programa Erasmus+, que nos permite disponer de financiación para enviar a estudiantes nuestros de máster y doctorado a realizar estancias de dos o tres meses en centros europeos con los que colaboramos.
Recientemente, Laura Calvet defendió su tesis, que tú dirigiste, en la UOC. ¿Hasta qué punto los doctorandos son el futuro de la investigación?
Sin duda, los doctorandos y estudiantes de posdoctorado que tenemos tienen mucho talento y son el futuro de la investigación en la UOC. Formamos a nuevas generaciones de gente muy valiosa con una visión interdisciplinar de la investigación, y que son plenamente competitivos con cualquier otro doctorando de ámbito europeo o mundial. Recientemente, Laura Calvet defendió su tesis —y lo hizo extraordinariamente—, de la que se han derivado muchos artículos de revista de ámbito internacional y, por tanto, esto siempre es un hecho muy positivo, tanto para la universidad como para el grupo de investigación y para ella misma. Por eso pensamos que los doctorandos son el futuro de la UOC.
Participaste en el debate del UOC Research Showcase 2017 sobre acceso abierto. ¿Cuál es tu punto de vista sobre la publicación de resultados de investigación en abierto?
Aunque todos los investigadores estamos de acuerdo en la importancia del acceso abierto, lo que quise poner de manifiesto es que conlleva unas complejidades en la implantación del modelo que deben tenerse en cuenta.
Este año participaste en la organización de un congreso con la presencia de expertos de empresas como Amazon o Google.
Participé como uno de los tres presidentes (general chairs) con Helena Ramalhinho, de la UPF, y Abraham Duarte, de la Universidad Rey Juan Carlos. El MIC es el congreso internacional más importante en el ámbito de algoritmos metaheurísticos. Por lo tanto, pensamos que era una buena oportunidad para invitar a empresas como Amazon, Google, Yahoo, Microsoft, Rhenus Logistics, etc. para que vinieran expertos de sus departamentos de I+D, y pudieran expresarnos sus opiniones sobre cuáles son los nuevos retos que ellos ven en el futuro. Y también sobre cómo nosotros, desde la universidad, desde los centros de investigación, les podemos ayudar. La experiencia fue muy interesante porque el hecho de contactar con ellos, de conocerlos personalmente —son expertos mundiales— y cuáles son sus necesidades es una información muy valiosa para orientar nuestra investigación; y también el hecho de poder establecer vínculos personales de colaboración con ellos. Por ejemplo, actualmente tenemos muy buena relación con Rhenus Logistics y con Amazon. Incluso tenemos también un doctorado industrial de la empresa Ubikwa, que ha elegido hacer su tesis con la UOC, hecho muy positivo que confirma que estamos posicionándonos como expertos en algunos de los ámbitos de investigación.
¿El doctorado industrial es una vía efectiva para acercar la investigación y la empresa?
Es una práctica muy habitual en países que, en estas áreas, están algo más avanzados que nosotros, como puede ser el caso de Alemania o de Austria, donde es difícil que un doctorado no sea industrial, especialmente en los ámbitos como la ingeniería. Aquí no había tanta costumbre de hacer este tipo de doctorado, pero ahora, poco a poco, con programas como el de la Generalitat, estamos empezando a tener un cierto éxito a la hora de involucrar a los doctorandos y a las empresas en su formación al nivel máximo posible. Y esto tiene un impacto muy grande en cuanto a la transferencia de conocimiento desde la universidad hacia la empresa y viceversa. Nosotros, desde la universidad, desde los centros de investigación, podemos aprender mucho sobre cuáles son los retos reales que la empresa tiene que resolver y tiene que afrontar cada día. Y esto tiene mucho que ver con la competitividad del sector industrial.
Uno de tus ámbitos de investigación es la metaheurística. ¿De qué se trata?
En la vida muchas veces hay que tomar decisiones complejas, que son difíciles porque tienen un impacto y porque implican múltiples opciones entre las que hay que elegir. Por ejemplo, en los mercados se debe decidir en qué productos conviene invertir, en cuáles no y cuál será la inversión. En logística y transporte tenemos que decidir por dónde enviamos los productos: imaginemos a empresas como Amazon, que deben pensar cómo pueden hacer la distribución de la manera más eficiente posible, sostenible en el tiempo y que les repercuta el menor coste posible, y poder ofrecer así precios más competitivos a sus clientes. En el mundo de las telecomunicaciones debemos decidir dónde ubicamos los dispositivos móviles —como los equipos de transmisión— para que pueda abastecerse toda una ciudad con el menor coste posible, con el menor despliegue posible de dispositivos, etc. Y eso, en cualquiera de los ámbitos que puedas imaginarte; en las ciudades inteligentes, por ejemplo, la logística del tráfico de la ciudad o temas de edificación. El problema es que, en este tipo de decisiones logísticas, operativas o estratégicas, el número de combinaciones posibles es casi infinito. Es decir, muy alto. Para un responsable, tomar la decisión correcta es muy difícil sin la ayuda de un computador. Lo que hacemos nosotros es desarrollar unos algoritmos inteligentes que estudian todas estas opciones y eligen la mejor, para ahorrar dinero, para hacer más sostenible la toma de decisiones, por criterios medioambientales, etc. Proporcionamos asistencia inteligente en la toma de decisiones.
¿Crees que la sociedad valora la importancia de investigar en tu ámbito?
Creo que sí. En la UOC, por el hecho de ser una universidad joven, tiene sus desventajas, pero también sus ventajas. Los que nos dedicamos a la investigación en la UOC somos jóvenes, tenemos una formación muy actualizada, alineada con la investigación que se hace en el mundo. Somos un centro puntero donde difícilmente encontrarás investigación que esté desfasada. También, por un tema generacional, en la UOC tenemos esta sensibilidad hacia las nuevas tecnologías, las nuevas necesidades, los nuevos desafíos y la excelencia.
¿Puedes recomendarnos algún libro de tu ámbito?
Para iniciarse en las metaheurísticas destacaría el libro Metaheurístics: From Design to Implementation, de El-Ghazali Talbi. También nosotros estamos editando un libro sobre transporte sostenible con la editorial Elsevier, que cuenta con la participación de expertos internacionales, y que se publicará el próximo año. Se trata del libro Sustainable Transportation and Smart Logistics (eds. Javier Faulí, Scott Grasman, Àngel Juan, Patrick Hirsch).