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Entrevista con V.K. Menon

«Los trabajadores del conocimiento son el motor de la economía»

V.K. Menon
26/10/2009 / Por Salvador Tordera

India es la democracia más populosa del mundo y se ha convertido en una tierra de oportunidades para las personas dedicadas a los negocios. El profesor V. K. Menon, director de la prestigiosa Indian School of Business (ISB) de Hyderabad, fue invitado por la UOC, en colaboración con Casa Asia, para explicar las causas del éxito económico indio y sus especiales características culturales. El Instituto Internacional de Postgrado de la UOC ofrece un International Business Programme destinado exclusivamente a enseñar cómo hacer negocios en India.

¿Por qué deberían los inversores europeos considerar a India una prioridad en la expansión de su negocio?

 

Vivimos en un mundo competitivo. Si eres capaz de obtener una ventaja de valor o una ventaja de costes, ello redundará en una mejora de la posición que ocupa tu producto en el mercado. En el caso de India hay un foco de mano de obra altamente cualificada. Procesos que se llevan a cabo en otros países pueden hacerse en India con solo una parte del coste. Esta ventaja de valor y de costes abre todo un abanico de oportunidades en varios sectores como el BPO (Business Process Outsourcing, o subcontratación de procesos empresariales), el KPO (Knowledge Process Outsourcing, o subcontratación de procesos de conocimiento), el aprendizaje virtual, el turismo sanitario, la telemedicina, la asistencia jurídica o la investigación. Asimismo, en el caso de la fabricación los costes variables y los costes fijos son mucho más baratos que en muchos otros países, mientras que la calidad es igual de buena, si no mejor. El coste derivado de poner en marcha una actividad empresarial, así como la mano de obra y las materias primas, es favorable desde un punto de vista económico en comparación con otros países. La mano de obra india, que ya conoce las prácticas internacionales, puede entregar productos de alta calidad a un coste mucho menor. Todas estas tendencias influirán a los inversores europeos a la hora de invertir en el mercado indio y expandir en él sus actividades.


El rápido crecimiento económico de India (entre un 7% y un 8% de media en la última década) es de sobras conocido. ¿Cuáles han sido los elementos clave de este proceso?


Con la liberalización de la economía india en los años noventa empezó a desarrollarse el comercio internacional con nuestro país. Algunos sectores, como el tecnológico, hicieron grandes avances a un ritmo muy rápido. Muchas compañías de todo el mundo se dieron cuenta de que subcontratar en India podía ser una buena opción teniendo en cuenta que el dinero invertido les reportaría un gran valor. Además de ello, las empresas internacionales empezaron a favorecer a India como centro de manufacturas. Estos hechos estimularon el entorno económico global del país. Así, el sector de las TIC/ITES (tecnologías de la información y la comunicación/servicios habilitados y prestados a través de las TIC) generó muchos beneficios para las empresas indias; el sector tecnológico abandonó el segmento estricto de las TIC/ITES para buscar objetivos más ambiciosos y fue entonces cuando se empezaron a desarrollar productos informáticos; la investigación y las actividades empresariales llevadas a cabo en muchas industrias se trasladaron a India, y la fabricación siguió sus pasos y se puso al mismo nivel. Todos estos movimientos tuvieron lugar de una manera acelerada entre los años noventa y la década del dos mil, y fijaron el lugar que ocupa India en la economía mundial.


Los analistas se preguntan si India será capaz de mantener este ritmo de crecimiento y a la vez hacer frente a los diversos retos de la economía mundial, entre ellos el cambio climático.


Los hechos son por el momento muy favorables a India. Tiempo atrás la necesidad de energía por parte de los países desarrollados llegó a ser muy alta. El petróleo, por ejemplo, se necesitaba en grandes cantidades y estos países lo buscaron en otras zonas como Oriente Medio.
Hoy el mundo camina hacia la economía del conocimiento. Los trabajadores del conocimiento son el motor de la economía. En gran parte de estos países (España entre ellos) ha disminuido el índice de natalidad, la población envejece por el aumento de la longevidad y la edad media de la población activa está ahora en cifras muy elevadas. Si tomamos una referencia a medio plazo, por ejemplo el año 2020, veremos que países como Estados Unidos, Japón y España, o la mayor parte de Europa, necesitarán mano de obra cualificada. En el caso de España podríamos cuantificar el déficit entre 1,5 y 3 millones de personas. India será uno de los pocos países en registrar un superávit importante de mano de obra cualificada, lo que la situará en una posición muy sólida.


Supongo que la economía política india también debería dar prioridad a la necesidad de equilibrar la riqueza de los centros urbanos altamente tecnificados, como Bangalore o Bombay, con la pobreza de las zonas rurales.


La apertura de los diferentes sectores (fabricación, turismo, etc.), que propicia una mejora del nivel de vida de más personas, y el desarrollo de India como mercado harían posible unos niveles generales de crecimiento más elevados. El crecimiento traerá consigo más puestos de trabajo para la India rural y conducirá al desarrollo global del país. Las infraestructuras, que hasta ahora han sido un cuello de botella, saldrán reforzadas y los niveles generales de renta aumentarán.


¿Qué factores de tipo sociocultural deberán tener en cuenta los empresarios europeos a la hora de hacer negocios en India?


En primer lugar, deben entender el orden socioeconómico indio; deben entender la India como un país, y entender cómo se hacen allí los negocios. Tienen que asociarse con empresas indias y entender las necesidades y aspiraciones del pueblo indio. En estos momentos, en India es posible encontrar la mayoría de las principales marcas europeas y norteamericanas. Todas empiezan su actividad a través de partenariados y con una comprensión de los mercados. Las leyes fundamentales de marketing necesarias para entrar en el mercado indio y salir bien parado cambian: si puedes ofrecer un buen producto y lo diriges al segmento adecuado a un precio competitivo, la operación te saldrá bien.


Los bancos Grameen y BRAC han demostrado al mundo que pueden obtenerse fondos siguiendo un método más ético que el que ofrecen los bancos tradicionales. ¿Qué posibilidades tiene la economía social en India?


Se trata de una actividad de muy amplio alcance que en India ha tomado impulso en los últimos dos o tres años. Muchas de estas entidades dedicadas a los microcréditos llegan a la parte más baja de la pirámide de población (la que tiene unas rentas más bajas y representa el 25% de los indios). El sector se está introduciendo en las zonas rurales, donde llega hasta los pueblos más pequeños y financia cantidades muy reducidas a tipos muy razonables.


¿No les afecta la crisis económica mundial?


Este es un fenómeno muy interesante. Tienen un índice de incumplimiento —es decir, de morosidad, etc.— más bajo que el de otros bancos, y un porcentaje muy alto de sus préstamos se pagan en el plazo estipulado. La persona que ya ha pagado el préstamo pide otro, y así indefinidamente. Por lo tanto, estamos hablando de un gran número de personas que piden préstamos muy pequeños y crean una economía en sí misma, totalmente apartada del sistema bancario típico. No tiene nada que ver con el sector de la banca o su regulación; es puramente oferta y demanda. Hay compañías que piensan que el poder adquisitivo de los indios es bajo y que por esta razón tienen un acceso muy limitado a productos y servicios. Sin embargo, la realidad es que se trata de un juego de volúmenes: precios bajos pero mercados muy grandes. Las empresas que entienden este juego han tenido éxito. En este sentido, el crecimiento del sector de las microfinanzas es cada día más notorio. Es una gran estructura.


Parece que el poder cada vez mayor de las economías emergentes, como India o China, se está reflejando finalmente en los organismos internacionales multilaterales (el G20, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial). ¿Es esto una oportunidad para estos dos gigantes de conducir el mundo hacia una globalización más equitativa?


Me gustaría mucho que así fuera. Ahora mismo, nos guste o no, vivimos en una economía de mercado; por lo tanto, es el mercado el que decide primeramente hacia dónde irá el poder económico y si este poder económico acaba decidiendo qué países serán más fuertes o más débiles.


Pero los mercados no son perfectos, y algunas recetas del FMI no funcionaron para el sudeste de Asia.


Los mercados condicionan las economías y los de China y India crecen. La legislación sigue a los mercados y facilita los negocios, porque es algo que conviene a todos; después de eso viene el desarrollo de estructuras. Yo opino que los mercados son justos. Mientras no haya demasiada regulación, la economía decidirá un flujo equitativo.

 

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