Hablemos de I+D

Adriana Ornellas: «Analizamos cómo mejorar las competencias transversales de los universitarios para favorecer su empleabilidad»

Investigadora del grupo eTIC

¿Cuál es tu formación académica?

Me licencié en Informática en Brasil en 1994 y soy doctora en Educación por la Universidad de Barcelona (UB). En la etapa final de una carrera esencialmente técnica, como es una ingeniería informática, percibí la necesidad y la importancia de unos estudios enfocados desde una vertiente más social y crítica con respecto a las herramientas tecnológicas. Decidí, pues, orientar mi trayectoria profesional hacia las aplicaciones pedagógicas de los ordenadores, porque sabía que quería trabajar con tecnología, pero no desde una percepción y comprensión tecnologista del mundo.

¿En qué ha consistido tu trayectoria como investigadora?

Mi trayectoria académica empieza en la UB, a la cual estuve vinculada once años como profesora asociada. También estuve durante quince años vinculada al grupo de investigación Esbrina – Subjetividades, visualidades y entornos educativos contemporáneos, un grupo consolidado de los de más tradición de investigación social y crítica en el ámbito de las TIC, tanto en Cataluña como en España. Defendí la tesis doctoral en la UB, sobre la formación permanente del profesorado de secundaria en el ámbito de las TIC en Cataluña. Analicé las perspectivas subyacentes en la formación que se impartía, tanto desde el Departamento de Enseñanza como desde algunas universidades catalanas, para ver si se daba desde perspectivas más críticas y relacionadas con usos más prácticos o técnicos. En 2007, después de defender la tesis, me incorporé como profesora a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), primero vinculada a los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación, y, actualmente, a los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación.

¿En qué ámbitos temáticos eres experta?

Mi investigación se ha centrado en los aspectos sociales, culturales y educativos de las aplicaciones sociales de las tecnologías en la educación. Los años que estuve vinculada al grupo de investigación Esbrina participé en proyectos nacionales e internacionales relacionados con políticas y prácticas en torno a las tecnologías de la educación, sobre el aprendizaje y la construcción de la identidad de los docentes en la sociedad del conocimiento, siempre desde metodologías más narrativas, como son los estudios etnográficos y las narrativas biográficas.

¿En qué consiste la actividad de tu grupo de investigación?

Actualmente estoy vinculada a un grupo de investigación de la UOC, eTIC – Relaciones entre la educación, la ética y las TIC. Es un grupo emergente que ha sido reconocido en la última convocatoria del 2017 de la Generalitat de Cataluña. Se trata de un grupo interdisciplinario, que aúna los intereses, inquietudes y experiencias de sus miembros, que proceden de ámbitos como la pedagogía, la ingeniería o la educación social.

¿Qué proyecto de investigación destacarías?

Actualmente, y desde el grupo eTIC, estamos coordinando un proyecto europeo, un Erasmus+, denominado Skill Up. Es una asociación estratégica en el ámbito de la educación superior en la que participan seis instituciones de tres países europeos: dos universidades técnicas aplicadas de Alemania, otra de Suecia —la de Estocolmo— y tres instituciones de Cataluña —la UOC, el Instituto Abierto de Cataluña (IOC) y la Fundación Factor Humà, que es la figura del empleador en el consorcio del proyecto.

El objetivo del proyecto Skill Up es potenciar acciones que ayuden a mejorar las competencias para la empleabilidad de los nuevos graduados universitarios. Las acciones que llevamos a cabo en el marco del proyecto son tres: en primer lugar, desarrollar nuevas tecnologías y actividades de aprendizaje, que conecten las experiencias de los estudiantes con lo que se les demandará cuando se incorporen al mercado de trabajo; en segundo lugar, trabajar las competencias que pedirán en las empresas y en las organizaciones, tales como la toma de decisiones, el trabajo en equipo, el pensamiento analítico, la gestión de conflictos, etc., así como formar profesionales en el ámbito de la orientación profesional que puedan ayudar a los estudiantes y también a los graduados a lo largo de su trayectoria profesional, que sería la idea de la orientación a lo largo de la vida (lifelong guidance), y también utilizando entornos digitales; y la tercera acción es involucrar a los empleadores en el propio diseño del currículo y de actividades auténticas de aprendizaje.

¿Qué resultados habéis obtenido del proyecto?

Como resultados tangibles del proyecto tenemos, por ejemplo, un curso en línea masivo y abierto (MOOC) para formar a los profesionales de la orientación profesional, sobre todo en temas relacionados con la orientación a distancia (e-guidance) y la orientación a lo largo de la vida, y también desarrollaremos una plataforma para conectar empleadores, universidades, estudiantes y graduados.

¿Son graduados de cualquier ámbito?

Aunque en el proyecto no dejamos de lado las competencias específicas de la profesión, básicamente trabajamos con aquellas que son transversales, es decir, las que se demandan al profesional cualquiera que sea su ámbito de formación. En el marco del proyecto, hemos definido una taxonomía para clasificar estas competencias en tres grupos: las cognitivas, las metodológicas y las sociales. También estamos diseñando actividades de aprendizaje para el desarrollo de esas competencias y estamos aplicándolas en diferentes programas en las universidades y en las instituciones participantes, es decir, hemos diseñado actividades para la educación superior. En la UOC, por ejemplo, participa en el proyecto una asignatura del grado de Administración y Dirección de Empresas en la que estamos comprobando si se potencia el desarrollo de estas competencias transversales en los estudiantes.

¿Las competencias profesionales transversales necesarias son las mismas en toda Europa?

Hicimos una revisión de los estudios en distintos países para analizar qué competencias se piden en el mercado laboral de países como Suecia, Alemania o España, en el marco de la Unión Europea. La taxonomía que definimos en el marco del proyecto está basada en la revisión exhaustiva de estos estudios, es decir, la hemos contrastado con los diferentes socios mediante una discusión de grupo (focus group) virtual y está definida de forma conjunta entre los tres países. Por lo tanto, son competencias requeridas a los estudiantes en el marco de la Unión Europea.

¿Qué libro divulgativo recomendarías de tu ámbito?

Cualquier persona que desee comprender la complejidad de la sociedad en la que vivimos es imprescindible que lea al sociólogo Zygmunt Bauman y su metáfora de la modernidad líquida. Bauman utilizó metáforas como modernidad líquida, vida líquida, miedos líquidos y amor líquido para caracterizar esta sociedad de cambios constantes, esta sociedad fluida en contraposición del mundo sólido en el que vivieron nuestros padres o nuestros abuelos, analizando diferentes facetas como el trabajo, los vínculos humanos, las relaciones sociales y hasta la propia concepción del conocimiento o del amor como producto de consumo.